Yo no me considero una
persona especialmente seria. En serio lo digo, si se me permite la
bobada. Soy lo bastante fácil de hacer reír como para merodear a
menudo por el filo de la categoría “cortita”. Como los críos
chicos, a veces exijo que se me repitan las gracias, y es posible que
a la tercera o cuarta seguida siga agradeciéndolas con palmas. Si me
lo permitiera a mí misma, podría tirarme ratos preocupantemente
largos con las piernas contra la pared y en alto, contemplándome el
dibujo a lo Pollock del dorso de las manos. Si un solo día completo
en la vida dejara de sofocar mi innato talento para la pereza, me
convertiría en cachorro. En una planta sin leña de las que se
mecen.
Y yo creo que tampoco soy
una persona áspera. No soy el colmo de la sociabilidad, ni mucho
menos, pero valoro tanto los gestos amables, que procuro guiarme por
una norma de gentilidad básica. Una vez alguien me dijo que me
quedaba dormida entre sonrisas, lo que me pareció la táctica de
cortejo más descaradamente interesada del mundo, a la par que un
cumplido bastante aceptable.
Y, sin embargo, cada vez me
siento con más frecuencia en los zapatos, deformados a la altura del
juanete, de una vieja, refunfuñona y hosca inglesa. Con mis
respetos. Me está creciendo a modo de segunda piel una falda de
tweed a media pantorrilla y una rebequita. Salgo a la calle el
tiempo imprescindible para darle de comer a los gatos callejeros
hacer los mandados, y me vuelvo a la madriguera como si estuviera a
punto de sonar una sirena antiaérea. Mis pies rozan la ciudad
atestada añorando páramos. En los bares la gente brinda codo con
codo, la mascarilla en ellos. Apago la tele cuando veo playas donde
los cuerpos se amontonan como hace poco en las morgues. Y entonces me
sale precipitadamente un “oh, banalidad”. Justo como a una
sociópata seria y áspera.
¿Esto era? ¿Ésta la
ausencia que tan doloroso volvía encerrarse en casa? ¿Esta hambre
de sumar brazos y piernas y ojos a brazos y piernas y ojos ajenos,
tantos de ellos anónimos? ¿Tan capital era la necesidad de fiesta?
¿Con tanta presteza nos damos cuidados paliativos de jaja jiji? ¿Tan
duro fue y se olvidó tan pronto?
Ojo, que la alegría es y
será siempre mi divisa. Y que entre mis mandamientos autodictados
ocupa un puesto principal el de ser compasiva. Que cada uno se
medique el corazón como precise. Que yo no sea jaranera no quiere
decir que me parezca apropiado subirle los impuestos a los cohetes y
a las serpentinas. Bueno, quizás sí a los cohetes.
Pero veo cómo las personas
vuelven a convertirse automáticamente en gente. Cómo la distancias
se acortan de nuevo y entre medias no parece condensarse el amor o la
franqueza sino la compulsión del ocio. Veo un presente que
reverencio tornarse en fiera devoradora de precauciones. Y me asusto. Como un cachorrito a punto de dejar de serlo.
Nunca creí en hechizos o magias hasta que conocí a este lanzador de hechizos especial llamado Dr.WEALTHY. El hombre con el que quería casarme me dejó por otra mujer y mi vida estaba al revés. Estuvimos juntos durante 4 años y realmente lo amo mucho, me dejó por otra mujer sin ninguna razón, intenté llamarlo, nunca contestó mis llamadas y no quiere verme. Hasta que vi una publicación sobre Dr.WEALTHY sobre cómo ha estado ayudando a las personas y le conté al hombre lo que sucedió. me ayudó a hacer algunas lecturas y después de las lecturas me hizo darme cuenta de que la otra mujer había hecho algunos hechizos sobre mi esposo y esa es la razón por la que me dejó, me dijo que me ayudará a lanzar un hechizo para traer él de vuelta. Al principio era escéptico, pero lo intenté. En 4 días, mi esposo me llamó y vino a pedirme disculpas. No puedo creer que pueda volver a verme, pero ahora estoy feliz de que haya regresado y ahora estamos casados y vivimos como una familia feliz. Estoy publicando esto en el foro si alguien necesita la ayuda de este hombre. Puede contactarlo a través de esta dirección de correo electrónico: wealthylovespell@gmail.com o llamar / Whatsapp +2348105150446
ResponderEliminarY así debes continuar: sin creer.
EliminarHola, me ha encantado leerte. Hace mucho que no lo haces, espero estés bien. Seguiré leyéndote.
ResponderEliminarUn abrazo.
muy buen post, gracias
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