domingo, 10 de noviembre de 2019

Referéndum verde



Hoy te pido yo también un voto. Con una punta de vergüenza, porque que levante la mano quién no vea una papeleta electoral y piense en un folleto de esos que te ponen en la mano por la calle y, sin echarle ni medio vistazo, tiras a la primera papelera. Te propongo un referéndum, entonces. Sobre territorios que no existen y que no exigen identidades, así que no creo que se pueda declarar anticonstitucional, así, a la ligera. Ahora mismo te explico mi programa. Desde ya te digo que es probable que incumpla mis promesas. He decidido ser súbdita de mi propia honestidad solamente.

Antes me permitirás que sea tan impúdica como para volver a señalarme. Mírame, bajando la cuestecilla que lleva del porche al huerto. Apenas veinte metros, suficientes para que el gen recolector se desmadre en cada una de mis células y encargue una segregación masiva de endorfinas a mi cerebro. Saludo a cada planta, me meto en la boca cada fruto, flor o hierba moderadamente comestible. Dejo que la lujuria áspera de las higueras me posea. Llego a la capilla de los aguacates. Cuatro árboles que han terminado solapando sus copas y creando debajo un espacio para la devoción o el gozo.

 Me agacho para superar las ramas más bajas: soy una Alicia en zapatillas deportivas. Una yonqui del verde traslúcido. Con suerte, sólo me sigue Zara, demasiado ocupada rebuscando la hojarasca en busca de aguacates caídos. Porque, invariablemente, una voz inmemorial me ordena que trepe a cualquiera de esos troncos. Y ahí, poco más o menos en la horquilla, es donde siempre me quedo varada, nostálgica de las ramas de arriba. Aún no tengo fuerza ni osadía suficientes como para ser un buen simio. Y siempre termina llegando alguien que me recuerda mi abultado y humillante historial de caídas.



Lo siguiente a que me robaran esta foto fue un tevasacaer.


Pues así exactamente es como me encuentro al respecto de mi penúltimo embrión de proyecto. Atascada en una bifurcación, perdida entre sus ramas inferiores. Pasa que cuando empecé a escucharme de nuevo un runrún de tripas literarias, se me ocurrió la idea un poco necia de superar mi desapego hacia la escritura creando un blog nuevo. Que viene a ser como tener angustia y tomarse un emético. Pensé que, como mi vida entera gira ahora mismo en torno al sudor y a la savia, estaría bien abrirme las venas como los arces y soltar todo el jugo. Dejar aparcados un rato los coches y subirme contigo, y tal vez otros cuantos, a las ramas. Tengo incluso registrado ,precisamente así, el nombre del invento: andarnosporlasramas. No muy elaborado. Un espacio diáfano y encandilado, donde poder decir verdes amenazados pero tercos. Llevo años rastreando pistas para poder entender la naturaleza, sin no demasiado éxito. Una aspiración un poco petulante: no se puede abarcar absolutamente un sistema cuando una está adentro. Pero tengo en mí ese impulso de ir olisqueando, como Zara, lo que anhelo. Creo que puede brotar algo hermoso y duradero en el mismo proceso de admitir y compartir lo que se desconoce.

La cuestión es: ¿otro blog, demonios? ¿Es necesario? ¿Nos quedan, en este mundo de ir resbalando por pantallas, no sólo las ganas sino la habilidad para seguir leyendo? ¿Hay quien quiera subirse ahí arriba conmigo, acaso? Si me haces saber que sí, cualquiera que sea el modo, aprenderé a trepar aunque ello me acarree (más) callos en las manos. Si no, me quedaré olisqueando en el suelo lo que tire el viento o los árboles descarten. Que, oye, también es un plan perfecto.

5 comentarios:

  1. ¡”Me subo contigo"!

    ResponderEliminar
  2. Yo también me subo! Encantada de “acompañarte”

    ResponderEliminar
  3. Si te decides por otro blog... ¡Suerte! Espero que lo disfrutes como uno de esos regalos de reyes que no pides y es el que querías.
    Creo que hay que dedicarle mucho tiempo a las pantallas y estoy en una etapa en la que me cuesta.

    ResponderEliminar
  4. ¡Esto se avisa! No uso el face personal y hoy de casualidad se me ha ocurrido echarle un vistazo.
    ¡A andarnos por las ramas se ha dicho!

    ResponderEliminar