martes, 24 de enero de 2012

Telegrama


El momento ineludible ha llegado. STOP. Estoy bloqueada. STOP. Tengo ideas, pero no me salen las frases. STOP. Silencio absoluto dentro de mi cabeza. STOP. Pajarillos. STOP. Es hasta hermoso, este silencio. STOP. Ya he pasado por los siguientes estados: leve inquietud. Rascado de cuero cabelludo y de dedos dañados por la dermatitis. STOP. Vueltas en círculo por el salón. Ducha. STOP. Lloriqueo. Irascibilidad. Melodrama. STOP. Ganas de tirar el ordenador por el balcón. STOP. Sensación de haber leído esta escena cientos de veces. STOP. Por tanto, fastidio. STOP. Por tanto, gradual calma. STOP. No voy a escribir otro de esos ejercicios lamentables sobre la página en blanco. STOP. Antes, la lista de los reyes godos. STOP. Hoy le he echado tres horas extra al trabajo. STOP. Me ha subido la miopía por lo menos en quince dioptrías, por el esfuerzo de mirar por un catalejo sin saber guiñar.(BUENO, YA BASTA DE STOP, que las frases me están saliendo cada vez más largas). Puto censo de patos. Ni a la naranja los quiero. Sé que no sirve como excusa. ¿Y por qué he de dar excusas?. Porque, oficialmente, ya soy una bloguera. Si no tengo el patio actualizado, me siento un poco farsante. Virus que se meten en las meninges de una. Si alguien fuera tan amable de contarme alguna manera mediante la que manejar el quiero y no puedo. No me valen psicocuentos del tipo “si quieres, puedes”. Falso. Quiero encerrarme en la sórdida habitación de un motel de Nevada con Nick Cave, y no puedo. Quiero que el cerebro no me haga cortocircuitos, y no puedo (El brócoli no es tan milagroso como dicen por internel. Yo como una tonelada semanal, y aquí estoy, bloqueada). Con la de cosas provechosas que podría estar haciendo. Hacerle un bizcocho a mi tía, que mañana viene de visita. Fabricarme un parche para solucionar el problema del guiño. Pintarme las uñas de un color que espante a todos los patos de la provincia. Leerme un relato de Alice Munro. Dormir y callar. (Lo he hecho. He escrito ese post. Me siento como si me hubieran desflorado)

1 comentario:

  1. Demostración de cómo el relato de un bloqueo vale para escribir un post.Te quiero.

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