domingo, 22 de enero de 2017

Contrapesos

Mañana vuelven los telescopios a los coches. Los siempre demasiados kilómetros. El cuerpo lastrado por kilos de ropa, y a su pesar, los vientos criminales en las carnes. Árboles de ultratumba. Tierra endurecida. Manos lívidas. En los embalses, vaho acosando con lentitud morbosa al aire. La atmósfera blanca e indiferente de un thriller nórdico. Mañana, en el trabajo, comenzamos el censo anual de aves acuáticas. Podría ser excitante, pero la provincia de Granada no es exactamente una orgía de biodiversidad al respecto. Observaremos y haremos otra vez recuento de unos bichos que vienen a ser a la fauna lo que Primark a la moda. Fochas comunes, ánades reales, porrones comunes. El adjetivo “reales” es maquillaje. Se refiere a un pato hermoso pero vulgar, o viceversa. Dame un socavón lleno de agua de lluvia en una obra abandonada; dame la desembocadura maloliente de un arroyo y te señalaré ánades reales. ¿Ves esos bichos negros y desaliñados, su peculiar elegancia de quinceañero gótico? Cormoranes. Adocenadas criaturas de pantano. Los miras calentarse las plumas al sol, en grupo, y te preguntas cuándo dejó de soñar la naturaleza. Y sin embargo, despiertan mi ternura. Posiblemente año tras año veamos los mismos individuos. Pronto empezaré a ponerles motes particulares y a inventarles parentescos y chismes.

Cuando le cuento estos quehaceres, mi padre siempre aprovecha para mofarse un poquito. Contar patos. O levantarse a la hora en que los borrachos vomitan en los portales para contar conejos o zorzales. ¿Y después de contarlos qué hacéis?, me dice. Año tras año, como cuando cada 20 de diciembre el telediario da la noticia de lo que ha subido el precio de los percebes. Yo no le respondo, y en la habitación se queda flotando su sospecha acerca de la dudosa seriedad de mi trabajo. Él disfruta cuando de higos a brevas saca del armario su vena de pragmático/enteradillo.

Pero tengo que confesar que a veces esa sospecha cala en mí. No de que lo que hago sea poco serio, sino de si merece la pena, objetivamente. Tanto frío, tanta carretera, tanto condenado frío (Pongámosme en contexto: a mí, sólo de buscar guisantes en el congelador, ya me salen sabañones. ¿Vale?) De si, en el cómputo global de las economías naturales, mis sudores y los de mis compañeros no supondrán un coste prescindible. Nuestros dolores de espalda. Nuestras garrapatas. Nuestras decepciones. Nuestras caras negras de humo. Nuestro horror a que por culpa de una mala decisión alguien se nos queme en un incendio. Nuestra soledad y nuestro desamparo. Nuestras amenazas.

Nuestra duda terrible acerca de si lo que hacemos es tan valioso como para asumir el riesgo de que te maten de un tiro.

Obviamente, esa pena y ese dolor no se merecen. En absoluto. La defensa de la naturaleza es un argumento tan abstracto frente a la feroz precisión de la muerte, que no hay manera de utilizarlo como escudo. Ojalá no hubiera que escuchar que hay causas dignas de que se arriesgue la vida por ellas. A mi modo de ver, eso justifica en cierto modo la violencia. Afirmar que el riesgo de morir absurda, negligente o brutalmente, vale la pena es como querer blanquear la barbarie. Que nadie ofrezca héroes a cambio de actos irracionales. Morir como mis dos compañeros de Lleida jamás valdrá la pena, y sin embargo.

Seguiremos corriendo el riesgo. Tiene que hacerlo alguien. Tiene que haber quien se ponga de parte de lo vivo. De lo débil. De lo que nunca se queja. De lo que se envenena, se atropella, se desahucia, se mata de hambre, se seca, se acribilla. De lo que no usa escopeta. De lo que hay que observar y contar cada año, a modo de recordatorio de que no estamos solos en este jodido y exclusivo planeta. Tiene que haber contrapesos al hecho de que el ser humano pueda arrebatar la vida gratuitamente, según razones que escapan de la lógica de los ecosistemas.

Tiene que haber, ay, alguna esperanza.

33 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Maravillosa la descripción de nuestro trabajo

      Eliminar
    2. Maravillosa la descripción de nuestro trabajo

      Eliminar
    3. Silvia, nos gusta mucho tu post, querrías publicarlo en la web de SEO/BirdLife? Escríbeme, por favor jorueta@seo.org

      Eliminar
  2. Leonardo Fajardo Acosta23 enero, 2017 00:13

    Gracias Silvia por describir de esta forma tan hermosa nuestro trabajo, nuestra vocación. Seguiremos estando de parte de lo vivo, de nuestro único y bello planeta; y sí, hay esperanza.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Silvia. Nuestra profesión es maravillosa, no dejes que nadie ni nada te lo ponga en duda. Sigue escribiendo así de bien.

    ResponderEliminar
  4. Muy bien Silvia.
    Un placer leerte.
    Lástima que las musas vengan de luto en ocasiones.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Somos lo que queremos ser y hacemos lo que nos gusta hacer. Si hubiera Dios cada mañana le daría las gracias por ser Agente Forestal.
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Gran post, me ha hecho sentir empatía, enhorabuena. Hay muchos/as que sabemos que vuestro trabajo no sólo es necesario, es imprescindible, para TODO lo vivo, también para muchas personas...aunque ellas no lo sepan. Adelante. Saludos

    ResponderEliminar
  7. Silvia, geniales tus palabras. Como mi trabajo es el tuyo/vuestro, te iba a decir que egoistamente espero que el contrapeso balancee hacia "sí! merece la pena!", pero conociéndote no me cabe la menor duda de que así será. Todos vosotros y vuestro trabajo siempre merecereis la pena. Así que venga! concéntrate en ese censo!. En serio, fuerza y coraje para seguir y luchar por unas condiciones de trabajo dignas. Besos miles. Irene (CAD).

    ResponderEliminar
  8. Hermoso y verdadero. Gracias Silvia.

    ResponderEliminar
  9. Precioso y conmovedor.
    En cierto modo, es motivador leer tus palabras.

    ResponderEliminar
  10. Gracias por tus palabras llenas de dolor y amor q nos empujan a ir hacia delante en un día en el que dos de mis buenos amigos, agentes forestales, van camino de Lleida para compartir el dolor con amigos, familia y esa naturaleza que hoy también llora ese abominable crimen.

    ResponderEliminar
  11. Son momentos en los que a todos nos ha dado por pensar muchas de las ideas que tu reflejas. Gracias por compartirlo.
    Siempre merece la pena seguir, de eso no tengo duda.

    ResponderEliminar
  12. Ante hechos bárbaros e inexplicables como los de los otros días, lo único que puede servir de contrapeso es hacer lo que nos corresponde a cada uno lo mejor que sepamos. Aunque falten las ganas!

    ResponderEliminar
  13. Preciosas palabras Silvia, es normal replantearse cosas y más en momentos así. Ánimo a todo el colectivo, no es el momento de bajar los brazos.

    ResponderEliminar
  14. Preciosas palabras Silvia, es normal replantearse cosas y más en momentos así. Ánimo a todo el colectivo, no es el momento de bajar los brazos.

    ResponderEliminar
  15. Gracias Silvia por recordarme con estas palabras porque decidí dedicarme a esto.No negaré que hay muchos días y muchos momentos,todos los dís, en los que estoy a punto de tirar la toalla, y leer esto me da oxígeno para seguir con esta maravillosa profesión. Merece la pena

    ResponderEliminar
  16. Gracias Silvia por tus palabras. Ha sido hermoso (y triste y emocionante a la vez). Y sí, yo creo que si que vale la pena hacer lo correcto.

    ResponderEliminar
  17. Sensible y sensato , no podia ser de otra manera cuando las palabras vienen de alguien que defiende la Naturaleza. Qué conmovedor! Cómo lo expresas! Qué bien elegidas las palabras y las ideas que muchos sentimos y compartimos! Gracias!

    ResponderEliminar
  18. Me quito el sombrero. Gracias por expresar lo que muchos tenemos como en un nudo en la garganta después de estos asesinatos a sangre fría. El amor por nuestro entorno y su defensa es lo que nos hace cada día aguantar esos fríos, esos dolores de espalda en vehículos inseguros y sucios, llegar a casa con garrapatas o con el alma hecha añicos por un salvaje que se hace llamar persona. Xavier y David, desde donde estén, seguro que confían en que sigamos apostando por lo vivo, lo frágil, por lo que nadie protege... GRACIAS.

    ResponderEliminar
  19. Anónimo 1, Enrique, Leonardo, Quicofco, Parentrene, Jesús María,Fuego_lab, Irene-de-mi-corazón, Alula, Unknown, Anónimo 2, Dolors (lo siento tantísimo), Gemma, mi Lectoraadicta, Cursoscriminalística, Juan Ramón, Anónimo 3, Mercedes Bayón, Esperanza....
    Realmente me da apuro recibir feedback positivo a costa de un hecho tan terrible, pero después de leeros sólo puedo añadir: gracias de corazón por haberle hecho un huequito a mis palabras y haberme hecho recordar así que, mientras haya la menor oportunidad de comunicación, no andaremos tan vulnerables y tan solos. Gracias a todos por formar parte de un ecosistema amable. Gracias porque ya nunca se me olvidará que escribir y arremangarse en el campo y pasar frío y calor y ser un elemento minúsculo pero esforzado de algo más grande sí que merece, siempre, la pena. Y sobre todo gracias porque de algún modo esta manta hecha de pedazos individuales de dolor y compasión que tejemos hoy entre todos a lo mejor consigue darle un poco de calor, un mínimo consuelo, a los amigos, los compañeros, los seres queridos de David y Xavier.

    Estamos con todos vosotros. Somos vosotros.

    ResponderEliminar
  20. Mucho gusto me ha encantado conocerte Tu estilo me gusta franco abierto fácil de leer un abrazo desde Miami

    ResponderEliminar
  21. Juan Ramón Sánchez24 enero, 2017 12:27

    Como me ha gustado. Un placer tener compañeras como tú.

    ResponderEliminar
  22. Hermosa forma de expresar lo que hacemos y sentimos. Gracias, compañera

    ResponderEliminar
  23. Emocionante...(prima linda)

    ResponderEliminar
  24. Pues que gracias, de verdad que si. Lo q dices de nuestro trabajo y todo lo q lo convierte es único, hermoso. Sirve para esta desgraciada y triste ocasión y sirve para muchas otras, sirve para llevarla al lado, con la emisora, los prismáticos, la divina soledad

    ResponderEliminar
  25. Gracias Silvia, de corazón y desde el corazón gracias.

    ResponderEliminar
  26. me gusta, me duele la espalda

    ResponderEliminar
  27. Como siempre, y tal y como te dejé, sigues escribiendo con una facilidad tan profunda, que me sigues asustando. Me alegro mucho por tu, juju, éxito. A pesar de la razón de éste.
    https://www.youtube.com/watch?v=9BnB7cHY5dc

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Reencontrarme con un viejo suministrador de canciones abrecarnes: eso sí que es un éxito sin juju, y una alegría.

      Eliminar