domingo, 30 de agosto de 2015

Descanso y preparación

 
El animal descansa pero, al mismo tiempo, está preparado, como un león con los ojos entornados en la estepa africana, o como un cocodrilo inmóvil, a la espera de una presa desprevenida, capaz de ponerse em acción al instante. ¿Cuál es la fisiología de este estado de descanso y preparación? ¿Lo hacemos también los seres humanos?

(“Diario de Oaxaca”. Oliver Sacks)


¿Oportunista, echar mano de una cita el día en que su autor ha muerto? ¿O unas de esas curiosas carambolas en las que la realidad cuaja de repente como la clara de un huevo? Acabé ese libro esta mañana, y esta mañana me hurgó la pincelada sobre la fisiología del descanso. Luego, en los instantes de desconcierto que siguen a los puntos finales, jugueteé en internet con mi móvil, y me enteré de que esa criatura admirable había muerto. Como si leer fuera una cosa de vida o muerte, y el lector una especie de parca.

Pero para mí la cita es desde luego oportuna. Mi mochila viajera muestra la dentadura en un rincón de mi cuarto. Junto a ella las botas de montaña hacen crujir sus nudillos. Mañana me voy a ver montes que yo no he escogido: dos modalidades de descanso. Descansa mi animal resignado al zoológico urbano. Y descansa mi apego por lo húmedo y lo frondoso. Las sierras adonde me dejo llevar no son complacientes. No van a engatusarme con verdes blandos ni a darme la bienvenida con abrazos de hierba. Su aridez se me colará por cada poro y arrasará mi vocación de ternura. Los pinos me gustan apenas con los ojos cerrados, cuando el sol calienta su resina y destila licores que podrían dar positivo en un control de alcoholemia. Los pinos me gustan en una playa, o en suelos rudos donde lo vegetal tiene el arresto feroz de un marine. Fuera de ahí, los pinos en masa son el ejército romano. La cuadrilla criminal de Hernán Cortés y compañía.

Y ahí es donde voy. No he puesto muchas pegas. No es mansedumbre. Es que necesito descansar del prejuicio de que un paisaje es bueno si se parece al que yo prefiero. Prepararme para que mi gusto sea inclusivo y generoso, y no un sesgo.


Mostrando CARTEL NOS VAMOS DE VACACIONES VERDE.png
¿Pasado mañana? Nooooo.

12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Mogollón de días y descableados después, ¡gracias, sobrinilla!

      Eliminar
  2. Qué noticias me das, ay. Me encantaba Oliver Sacks... duelo entre los pinos.

    Quizás, quizás, sea posible disfrutar de esas sierras buscando metáforas distintas para pensarlas? Desde luego que una legión romana no me inspira gran confianza... pero a lo mejor hay alguna otra metáfora posible que pueda redimirlos? Una especie de ingeniería afectiva metafórica.

    ¡Que viajes bien y descanses bien viajando!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Coleccioné acículas y piedra blanca pensando en tu propuesta, y se me ocurrieron cosas compasivas sobre la austeridad o rabiosas sobre la codicia. Y luego volví a mis quejigos y se me olvidó todo.

      Eliminar
  3. Anónimo entre comillas02 septiembre, 2015 22:52

    A mí los pinos, ni con los ojos cerrados; incluso ese olor que desprenden cuando el calor aprieta me resulta inhóspito.

    Disfrutarás, seguro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Porque tengo ese superpoder de sacar jugo hasta a la estopa. Pero qué abuso.

      Eliminar
  4. Mi arbolillo, ¡que bien crece!.

    ResponderEliminar
  5. Tic tac
    Tic tac
    Tantos días de silencio...?
    Normal?
    :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahí va, ¡no había escuchado el despertador! ¡Me he quedado frita! Graaan bostezo.

      Eliminar
  6. Ay que pena! que no se me abre la foto!

    Bueno niña, espero estés disfrutando de lo lindo por las montañas esas tan desérticas... déjame adivinar... Granada?

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y Jaén y Almería. Y ahora me estoy vengando volviendo como siempre al Estrecho.

      (Es que ha pasado Algo con el enlace que a estas alturas de vuelta al cole ya no voy a molestarme en solucionar. Era una cosita)

      Besos, besos.

      Eliminar