miércoles, 28 de marzo de 2012

Constitución


Venga, al lío. Sin estiramientos previos.

  • ¿Qué es el fondo importante para ti?

Empezamos bien. A ver, Russ Harris, si por un azar rocambolesco consigues llegar hasta aquí y entenderme a pasar del tronchante traductor de Google: esta pregunta tiene que ser la última de la serie. En-el-fon-do. No me digas que no suena a culminación. No está bonito que impongas semejante puerto de montaña a los seres trémulos que se acercan a este cuestionario con el ombligo encogido. Puede pasarles lo que a mí: que miren a su alrededor y se pregunten “¿qué es esto, una pregunta trampa?” A ver, que tu libro está en una estantería con un letrero que pone Autoayuda en letra negrita. ¿Y cuántas de las personas que llegan hasta esa sección medio escondida en el fondo de la librería tienen las ideas tan claras? Verás, la respuesta que me sale a lo bruto de las vísceras es que, en-el-fon-do, para mí no hay nada importante salvo respirar. Y oye, Russ, que no soy una nihilista que se pinta las uñas de negro. Sólo soy un ser vivo sumamente adaptable. A veces imagino que me voy desprendiendo de todo lo que se supone que constituye formalmente mi persona, de esta casa que no es mía, de la ciudad donde vivo, de mi trabajo, de todos mis libros, del ordenador, convertido en parte de mi rutina, de mis fotos, mi ropa, mi carnet de identidad. Del agua corriente y de la luz eléctrica. Voy entrenándome mentalmente para la renuncia, y me doy cuenta de que nada de eso, ni siquiera leer, ni siquiera escribir, es esencial para mantenerme con vida, y con una vida dotada mínimamente de sentido.

Doy un paso más, e imagino que el terremoto, o el tsunami, o la guerra civil que me está despojando de todo a lo que estoy aferrada, se lleva también por delante a la gente a la que amo. Y presiento que, a pesar del dolor inexpresable, algo más que el instinto de supervivencia seguiría manteniéndome con vida. Así que, Russ, por encima de todos los valores con los que construya mi propia escala, puedo afirmar que, en el fondo, lo más importante para mí es el simple hecho descabellado de haber nacido. A pesar de todas las generaciones que se han sucedido y se sucederán, vivir es una probabilidad tan insignificante que casi se escapa de las reglas de la estadística, para ingresar en el mito. Nacer es una oportunidad ilógica que nadie ha pedido, y yo, particularmente, no la quiero desaprovechar.

Vuelve a hacerme esta pregunta al final, hombre.

  • ¿En qué quieres que consista tu vida?

No puedo seguir tirando de metafísica barata, ¿verdad? Pues, entonces, quiero que mi vida consista en un práctica más o menos continuada de conexión. Chin pon. Quiero estar siempre y completamente donde en cada momento me toque estar. Quiero que mi energía no se disperse en ejercicios especulativos. Quiero dejar de conjugar verbos en condicional. Quiero estar como ahora, recostada en la cama, con el ordenador entre las piernas, escribiendo, y nada más. Bajo los árboles, y nada más. Contigo, contigo o contigo, mirándote a los ojos, bebiéndome tus palabras y tu risa, como si fuéramos las últimas personas sobre la Tierra, y nadie ni nada más. Por la calle, mirando a la gente, y nada más, ni una añoranza, ni un deseo indefinido más, ni maniobras de escape. Quiero tocar cosas reales, hacer cosas con los pies y con las manos. Implicarme. Quiero decir sí a lo que se me ponga por delante (drogas no, gracias). Quiero compartir. Quiero que mi energía resulte útil para alguien. Quiero colgar el teléfono y quedarme por lo menos un minuto con una sonrisa boba en la cara.

¿Todo esto es tan genérico que no dice nada, Russ? ¿Tenía que hacer un mapa con países y colorines? ¿Proyectos? ¿Visiones de futuro? Bueno, esto es lo que yo entiendo por valores.

  • ¿Qué tipo de persona quieres ser?

Esta es facilisma: quiero ser una persona atenta en todo momento. Quiero ser una persona resoluta, decidir con un chasquear de dedos, sin perderme en una maraña de opciones. Quiero dejar de tener miedo a las alturas, a los aviones y a la enfermedad. Quiero apasionarme con las cosas que hago. Quiero ser alegre y flexible. Quiero no volver a quejarme. Quiero saber aceptar lo que venga. Quiero tener calma. Quiero superar la timidez de mi infancia. Quiero nadar y, quién sabe, a lo mejor un día hasta quiera correr. Quiero ser solidaria y amiga. Que mi curiosidad nunca se derrumbe. Quiero bailar sin vergüenza. Quiero expresar mi amor y mi admiración, cuando lo sienta. Ser creativa. Dejar de juzgarme. Quiero ser ligera de cuerpo y de alma. Quiero estar despierta.

(Hoy no me siento tan lejos de esa persona)

  • ¿Qué tipo de relaciones quieres construir?

Lo tengo clarísimo, también: relaciones que giren en torno al juego y la intimidad. Que te permitan pasar del dolor a las chorradas en cada punto y seguido de la conversación. Con noches en vela de charla, y paseos en silencio. Relaciones en las que no haya temor de las novedades, relaciones abiertas que no se escondan del resto del mundo. Basadas en el humor, la cooperación y la confianza. Relaciones en las que no dé corte tocarse y abrazarse. Que no impongan condiciones, a la vez fuertes y flexibles. Que respeten la independencia y los deseos de cada una de las partes.

  • Así que, hermosa, ¿qué es en el fondo importante para ti?

Ahora sí, Russ. Ahora puedo recitarte de corrido cuáles son las valores fundamentales de mi vida, además del hecho de tener pulmones y partida de nacimiento. Atención. Generosidad. Alegría. Compasión. Vitalidad. Valentía. Calma. Levedad. Apertura. Despreocupación. Humor. Tolerancia. Libertad. (¿Esto son valores o abstracciones?)

(Amiguitos, este es el punto de partida de la investigación. En el libro hay un cuestionario con diez campos de valores un poco más concretos. Volveré a ellos, si me aguantáis)

3 comentarios:

  1. Anónimo entre comillas29 marzo, 2012 23:10

    Uf, amiguita... Creo que yo habría tardado veinte años en escribir algo así, si hubiera sido capaz de hacerlo. Y eso que, salvo en un par de detalles, estoy totalmente de acuerdo con tu plan(teamiento) de vida.
    Todo eso en lo que quieres que consista, no me parece genérico, sino muy concreto. Yo también lo quiero para la mía. Como quiero ser ese tipo de persona que quieres ser y además me gustaría que no me diera "cosita" decir lo que añades entre paréntesis, que hoy no me siento tan lejos de ella.
    Y que esos trece valores ¿o abstracciones? últimos bien podrían venir tatuados de nacimiento en la piel.

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  2. Amén.
    La teoría incuestionable.Vayamos a la práctica.

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  3. Yo también me pido eso de estar presente!!!, y como lectoraadicta, en la práctica está el asunto...práctica=estar consciente y despierto el 100% del tiempo!.
    Me ha encantao el post!!.
    Laura
    PD.: Qué bonito sería tener un x% menos de cerebro y vivir feliz como una perdiz, sin cuestionarnos nada, but, asín somos y asín tenemos que querernos.
    Besos, guapa!

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