martes, 1 de noviembre de 2011

Grandes aberraciones estéticas de la Humanidad. Temporada Otoño-Invierno

       Estoy en modo frívolo. Ni aviso ni me disculpo.

     (Como no lo ha hecho el ser demoníaco que me ha robado la cuenta de Hotmail y la ha usado para mandarle correos de mierda a no sé qué pobres criaturas de mi lista de contactos.  Me han bloqueado la cuenta, y me piden mi número de teléfono para desbloquearla.  Menos mal que Jose estaba ahí para apartarme la mano del teclado numérico con un ¡¡¡INSENSATA!!!. Así que ruego a los amiguitos que estén leyendo esto que me escriban sus direcciones de mail ahí abajo, donde pone “Comentarios”. Parece una trampa, ¿verdad? Es la pura verdad. No lo hago para tener más (comentarios). En serio. Ni he sacado este método de los archivos desclasificados de la KGB, para ver quién pasa por aquí y quién no, y tomar las oportunas represalias)

Estoy en modo frívolo porque a mí también, además de a mi correo, me debe haber picado un bicho. Desde que alguien, y no quiero señalar, me despertó esta mañana a las 08:00, he perpetrado dos siestas, en turno matutino y vespertino. Sí, qué pasa, nunca dije que no lo volvería a hacer. I mean, que mi cerebelo no da para más.
Estoy en modo frívolo porque es lo que queda cuando no tengo ganas de leer, ni de mirar el mundo con ojos compasivos y brillantes. Ni de hacer unos ravioli de calabaza con estas dos manitas. Ni de cambiar la ropa de los armarios (“El horror, el horror...”).
Estoy en modo frívolo porque me da la gana. Mamá, olvídate de mi imagen sesuda e interesante. Yo también tengo derecho a ser una chunga. No querrás que la blogosfera se entere de que no te pierdes el programa de Juan y Medio, ¿verdad?.

Así que, sin más, me propongo a compartir con ustedes los resultados del rastreo de aberraciones estéticas que he llevado a cabo por las calles del centro de Granada en esta jornada festiva, de las 12:00 a las 17:00 horas. Repito, verdades como puños. Escalofriante como manda la fecha y el marketing:

  • Qué me dicen de los viejunos (y no tanto) que tienen la osadía de combinar pantalón de chándal con camisa. Es casi tan asqueroso como el sufrimiento, padecido por estas carnes que les hablan, de llevar camisa bajo un forro polar. Con el visto bueno de la Junta de Andalucía. Lo dicho, purga estalinista ya.
  • O de la mezcla imposible de colores por excelencia, peor aún que el rosa-rojo o el caqui-mostaza (que no quedan mal de por sí, pero, por dios, esos nombres juntos dan arcadas): ¡el azul marino/negro! Aaarg, es de desprendimiento de retina fulminante.
  • ¿Y las camisas de franela a cuadros de calibre chapata y abigarradas de pelotillas? Seguro que la abuela de Hitler le regalaba una a su nieto cada Navidad.
  • Esto... los minishorts. Siguen aquí. En verano, pase, dada la cantidad preocupante de tías buenas que se ven por las calles. Pero ¿ahora, con calcetines tipo Flashdance hasta la mitad del muslazo o con, terror, medias transparentes? Por favor, ola de frío siberiano ya.
  • Los flecos indios en todas sus versiones y soportes. No. Repito: No.
  • Por favor, esas rebecas de lycra chunga con unos colgajos en los extremos que van barriendo las aceras. ¿Es que esas muchachas no tienen madre?
  • Madre mía, madre mía, los tíos con camisetas pegaditas a nivel tisular, que van señalando al resto de ciudadanos con las tetillas. Las camisetas con mangas a la sisa (¿es que hay gente que nunca tiene frío? Que estudien su genética y la socialicen ya).
  • Hay una cosa que despierta mi instinto guillotinesco: las crestas estilo Cristiano Ronaldo, a las que desde hoy bautizo como crestianas ronaldas. Dono el copyright al mundo.
  • Las chaquetas de cuero tipo “pelota pinchada” (así como redonditas y con un elástico a la altura de la cintura) son también espeluznantes. Igual que los pantalones de cuero anchos. Qué grima. Yo tuve un profesor de Botánica que combinaba esa prenda infernal con unos chalecos color yema de huevo que parecían tan suavitos. No entiendo cómo pude aprender a distinguir gimnospermas de fanerógamas.
  • Esto va a suscitar algo de polémica, pero le doy un cero boniatero a la conjunción pantalón vaquero + chaqueta vaquera, sobre todo si son de colores distintos. Por no mencionar a esa aberratio maxima que es el pantalón fino de pinzas de color vaquero. Aaay, señor, llévame pronto. Pero, antes, aclárame, ¿es inevitable que este tipo horrífero tenga que llevarse a escasos cinco centímetros del sobaco?
  • No hace falta decir siquiera que todo el que lleve pantalones cagados merece veinte azotes en plaza pública, aumentables a razón de la cantidad de calzoncillo enseñado, o del impedimento generado en el andar.
  • Me froto las manos. Entramos en el mundo inquietante del calzado. Ya sé que se me acusará de nazi torturadora, pero ¿no se merecen que les corten las piernas a la altura de la ingle a las ejemplares hembra que se atreven a llevar botas por encima de la rodilla? ¿O botas de boca más ancha que la susodicha pierna palillo? (Me arranco los ojos de las cuencas). ¿O esas botas hechas con piel de oso de peluche, que tienen un no se qué de zapatillas de estar por casa de cuello alto? Por qué, por qué. ¿Por qué se ha permitido la comercialización de los zapatos masculinos de punta larga y afilada, que podrían servir para ensartar pinchitos? ¿Qué tipo de perversión psicológica hay agazapada detrás de su uso?
  • Sé que no está bonito saltar de la aberración en el vestir a la aberración física, así que aportaré sólo dos ejemplos particularmente grimosos: las mujeres con piernas en horquilla (dícese de la construcción morfológica en la cual los muslos no se rozan ni un poquito, dejando el, cómo decirlo finamente, horcate suspendido en el aire). Y las pobres muchachas – pato, las que andan sacando el pie hacia afuera (admito que yo meto la rodilla adentro, lo que hace que mi pierna derecha se asemeje sospechosamente a una cosa ortopédica).
  • Y, por fin, el horror de los horrores. Peor que la cara de Jack Nicholson en El resplandor. Peor que el peinado de Karmele Marchante: ¡¡el perfilador de labios más oscuro que el pintalabios!! Noooooo.

(Un avance de la temporada Primavera-Verano: los hombres con pantalones pirata. Los hombres con chanclas. Nos plantearemos cómo lograron salir las chanclas de playas y gimnasios y colonizar el mundo. Hasta entonces, espero sus contribuciones a mi rastreo)

19 comentarios:

  1. Suscribo punto por punto tu horror ante tanta aberración andante.Por otra parte te diré que te leo desde la biblioteca y las normas de uso recomiendan silencio,así que aquí estoy mordiendome la lengua para evitar las carcajadas

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  2. hola soy yo a mi me gustaba la la conjuncion de pantalon vaquero y chaqueta idem hasta que alguien que no quiero nombrar pero que ya sabemos quien es me dio el alto, y tantas otras aberraciones que he cometido poco a poco iremos aprendiendo las personas como yo que no se visten sino que se hechan la ropa encima

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  3. la madre de la pantoja02 noviembre, 2011 13:24

    Hija mia que desilusión con tu... como se llame, yo que te imaginaba digna sucesora de... cómo se llama la escritora que ganó el Planeta con el libro "Prozac...Como vés voy mejor de la memoria.Besico.

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  4. Aportaciones anónimas:

    -Hombres de ceja depilada.
    -Flequillos tapaojo.
    -Pantalones disimulaculos, que hacen desaparecer éstos para disgusto de mirones. (Ay)
    -Pantalones no ya cagados sino follados, tipo 1001 noches.
    -Rastas en general y tapaculeras en particular.
    -Rímeles con aspecto de fiesta de la semana pasada.
    -Piercing-en-ceja y/o labio y/o aleta nasal.
    -Tatuaje de letra rara en yugular.

    Hay mááás.

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  5. Jejeje, Anónima Vaquera, ya estás bautizada

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  6. "Ese barco velero cargado de sueños... y de mistela". Madre, ¿estás borracha?

    Anónimo aportador/a, lo veo, lo veo, todo junto, recién llegado de una fiesta rave de Valencia. Ayer se me olvidó añadir a las horrorosas con tatuajes en los tobillos.

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  7. ay por favor por favor por favor y POR FAVORR, QUE ME MO DE LA RISAAAAAAA, JAJAJAJ, pero que primaca tengo tan ingeniosa, con ese saber redastar, con ese sabel escribis, y tan leída! (como diría mi querida y recien conocida CANDIDA),vales un potosís!!que risa oh my god...

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  8. Jajajajja, he decidido tirar toa la ropa del armario. Ya verás mañana el modelito que me sale a las 06:42 de la mañana.
    A mi también me molaban, vaquero apretaillo de culo y cazadora ...hasta que me amenazaron..jajaja (shhsshshhs todavía la cazadora ronda mi armario)..
    Enhorabuena por tus letras¡¡

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  9. Primiiii, por fiiin, Amor foreveee

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  10. Último Anónimo (ojú, os podíais poner un código numérico, que os distinguiera), que a mí las cazadoras vaqueras no me horripilan en principio. Con una minifaldita, o un pantalón piquillo (NO VAQUERO), no digo yo que no. Sólo que no sé si eres de pierna peluda o no.

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  11. Me pido Anónima 33 (diga 33)
    noooo
    Más bien no, pierna peluda anti-morbo, anti-caricias, ...hoy llueve así que opté por el pantalón pitillo...lo demás, he puesto consciencia en sentirme cómoda y feliz, por dentro y por fuera.

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  12. Anónimo entre comillas04 noviembre, 2011 01:01

    Este tema puede ser infinito, tanto como las combinaciones posibles de la ropa deportiva. Esta mañana, tempranico y en ayunas -menos mal- he visto a un fulano rubio (que ni siquiera estaba mal) con chandal blanco, franjas rosa fluorescente en los bajos -del pantalón-, sus zapatillas blancas y ¡tatatachan!, chaqueta negra "de vestir"...he cambiado la calle por la que tenía que girar para seguir hasta la siguiente y poder verle la cara.

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  13. ¿Y no sería él mismo que vi ayer por la noche, corriendo con un pantaloncito fucsia que causaba cataratas?

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  14. Hola Silvia!! (jo, es la segunda vez que lo escribo porque soy novatilia en la materia y se me ha borrado...). Me pasó tu prima tu blog y me ha encantado, jajaja. Me lo dejo reservado en Favoritos para cuando quiera hacer descansillos en el trabajo.
    Sólo una cosa inquietante: ¿no habremos caido alguna vez, en momentos de descuido o desgana, en las aberraciones que apuntas?.
    Besos!.
    Laura (la postiza prima manchega).
    PD.: Es más inquietante aún, escribir casi lo mismo dos veces...

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  15. Hola, pseudoprimaa, qué alegría me has dado esta tarde en la que también yo hago mis propios descansillos en el trabajo..Espero ver comentarios tuyos a cascoporro (sin presiones, conste)
    Pues claro que habremos, mujer, las fotos están ahí para cubrirnos de oprobio.

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  16. Grandes verdades como puños he leído en estas letras. Aunque revuelto de estómago he tenido al recrear las imágenes que describes, no he podido evitar que vinieran a mi mente aberraciones semejantes y disfrutar de ellas como el que se hurga en una herida.
    Como muy bien tararean los Punsetes: "No es que gane desnudo, es que pierdo vestido".
    Una mediocre terrenal
    (Ruth)

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  17. ((Anónimuusss))Por suerte mañana se me habrá olvidado este textito y volveré a ser libre y a disfrutar de mi estilo... :-)

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  18. Qué va, Anónimuuuussss, te perseguiré y te ataré a mi yugo fashionista

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